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Cómo reciclar, vender o donar la ropa casi nueva que les queda pequeña

Los niños crecen muy deprisa, y los primeros meses y años de vida se les queda la ropa pequeña enseguida. Si les compramos ropa de calidad, ésta siempre va a ser bien recibida por otra familia que la necesite si está en buen estado.
Para librarte de toda la ropa infantil que no quieres ni necesitas guardar, sólo hay que seguir unas sencillas pautas. Ahorrarás sitio y dinero, se lo harás ahorrar a otros, reciclarás, obtendrás ropa que necesitas de otras familias, y sentirás que realizas un consumo responsable y comprometido.


  • Distribuir y preparar
Cada vez que tus hijos cambien de talla dale una vuelta a su armario. Recopila todas las prendas que se le han quedado pequeñas. Agrúpalas según el uso; las de abrigo, las conjuntadas, las superiores, las inferiores, las pijamas y ropa interior, y el calzado y accesorios.
Vigila el estado de cada prenda. Desecha las estropeadas, o rotas. Las que les falten botones o cremalleras, si no quieres tirarlas, advierte a quién se las des de su estado. Las que estén manchadas debes lavarlas, y procurar que no quede ninguna mancha.Tras el secado es mejor no plancharlas, para que no se fije suciedad invisible alguna. Según el estado de la ropa, te servirá para regalar o donar a personas conocidas y de confianza, o para cambiarla, o venderla a desconocidos.

  • Guardar por tallas y temporada
Según el destino que vaya a tener, deberás guardarla adecuadamente. Si la vas a utilizar tú misma en un futuro para un hermanito, o está destinada a algún familiar o amigo, guarda toda la ropa de una misma talla y temporada en una bolsa de las que pueden extraerse el aire, así te ocupará menos espacio.
Marca cada bolsa con la talla y el tipo de ropa que contienen, y mételas en cajas de cartón, para que no les afecte la luz. Marca la caja también por talla y contenido.
  • Red de familiares y amigos
Si no vas a volver a ser madre, haz un repaso mental de las personas de tu familia y amistades que lo son, o lo van a ser más pronto o más tarde y ponte en contacto con ellos. Cuéntales qué ropa y calzado tienes y, si les interesa, sólo tenéis que quedar para darle el contenido de las cajas. Al guardar por tallas, puedes dar directamente el grupo de prendas que otro niño o niña va a necesitar en breve.
A familiares y amigos se les puede donar ropa interior y pijamitas, siempre que no sean reticentes o escrupulosos. Si hay prendas más desgastadas (con bolitas, etc.) o con algún defecto (cierres o cremalleras que hay que cambiar) adviérteselo antes. Si no la quieren, puede servir para donar a ONGs o beneficencia. Un pequeño arreglo puede proporcionar una prenda a un niño que esté realmente muy necesitado.
  • Sitios de donación
Si no tienes familiares o amigos, la ropa de tus hijos puede ser reutilizada tanto a nivel local, como nacional, por niños de familias realmente necesitadas. Para ello pregunta e infórmate de qué organizaciones se dedican a hacer llegar la ropa infantil a los niños que lo necesitan, tanto en tu país, como en el extranjero. Existen ONgs especializadas, y organizaciones religiosas, o simples parroquias, que realizan una excelente labor en este sentido.

También puedes meterla en los contenedores para recoger ropa usada que existen en las ciudades. En teoría están destinados a ONGs, aunque también puede tratarse de organizaciones que acaban revendiendo el contenido en mercadillos del tercer mundo. Si te parece una opción válida para reciclar y hacer sitio en el armario, es la más cercana e inmediata.
Si careces de tiempo, en la red puedes encontrar sitios online en los que puedes ofrecer la ropa de los niños para donar y regalar, con una breve explicación de lo que ofreces. Puede pedírtela cualquiera que la necesite o quiera, aunque su situación no sea mala. Normalmente estas páginas ponen en contacto a particulares de una misma zona, y fomentan el consumo colaborativo y responsable.
  • Sitios de intercambio
Si tampoco te sobra el dinero y además del espacio quieres economizar con las nuevas prendas para tus hijos, puedes hacer intercambio de ropa. Existen sitios online en los que tú ofreces la ropa de segunda mano con la que cuentas, te la recogen si a alguien le interesa ese paquete de esa talla, y a cambio puedes pedir otro paquete de ropa de la talla que necesites para tus niños, ofrecido por otro usuario.
Suelen ser sitios regulados para que el intercambio salga gratis o con unos mínimos gastos de transporte y organización, y que vigilan la calidad y estado de la ropa. También procuran que el intercambio se realice con equidad en cuanto al número de prendas y su valor aproximado.
  • Sitios de compra y venta
Si crees que puedes recuperar algún dinero, porque la ropa de tus niños es de buena calidad, de marca, y está seminueva, tienes la opción de acudir a empresas que compran y venden la ropa de los niños de segunda mano . Regulan y vigilan muy bien que la ropa sea de marca y su estado impecable. Te la recogen en casa, y la ponen a la venta en sitios físicos, o en su web tras fotografiarla. A cambio te ingresan un porcentaje de precio con el que la valoran, o te ofrecen la posibilidad de obtener ropa de mismo sitio a cambio.
Hay que tener en cuenta sus gustos, sus ídolos y su personalidad



Está claro que, en su mayoría, y hasta que no son adolescentes, los niños y niñas prefieren los juguetes en vez de ropa ¿Cómo conseguir que les guste la ropa que les regalamos? ¿Podemos aprovechar para vestirles sin que se disgusten porque no consideran la ropa un juguete? Ten en cuenta estos consejos.


Niñas, niños, y la coquetería

Pocos queremos educar a nuestros hijos estableciendo diferencias sexistas, pero debemos reconocer que, incluso desde muy pequeños, los niños no dan tanta importancia a su atuendo o su aspecto, ni se dejan llevar por modas, y las niñas, en cambio, sí tienden a disfrutar de la ropa y la moda, movidas por el sentido de la coquetería, más acusado en la condición femenina.
Conocer la personalidad de los niños a los que vas a regalar ropa es muy importante. Si la niña es muy coqueta y le gusta presumir de sus trapitos, adelante. Sin embargo, puede ser una chica que, desde muy pequeña, prefiera estar cómoda y subirse a los árboles, por lo que detestará que le regalen una falda, por ejemplo. Siempre hay que tener en cuenta el nivel de coquetería de los niños y su grado de afición por la moda. Piensa que lo que más te van a agradecer es que estén cómodos, y que sea ropa que les dé autonomía.


Última moda

Por razones económicas, o por comodidad, podemos regalar a los pequeños cualquier prenda que les haga falta y cubra sus necesidades, pero que no les haga ninguna ilusión. En cambio, si les hace falta cualquier prenda, y se la compras pensando en la moda, seguro que tienes más posibilidades de que se convierta en su trapito favorito. Fíjate en cuáles son las últimas tendencias y en cómo van vestidos los niños y niñas de su entorno. Si se lleva el estampado animal, por ejemplo, y lo llevan puesto la mayor parte de las niñas de su grupo, seguro que acertarás con una faldita o una camiseta de leopardo.


Su color o estilo preferido

La mayor parte de los niños tienen un color favorito. Desde muy pequeños se suele notar esa preferencia en los juguetes, en una mantita, y en la ropa que les pones. Mi hijo adora sus pequeños calcetines rojos, y sólo tiene un año. Si eres la madre, esto lo sabes por defecto, pero si eres un tío, una abuela u otro familiar o amigo infórmate sobre las preferencias de color del niño o niña. Si su color es el rosa, cualquier prenda rosa será perfecta para regalar, aunque no sea el color de moda. Su personalidad se expresa también con este detalle, y su comodidad e ilusión están casi aseguradas.

Con estampación de héroes y personajes favoritos

También asegura el éxito a la hora de regalar ropa a los niños que ésta contenga estampaciones y dibujos de sus personajes favoritos. Un buen dibujo de Spiderman o El Capitán América, de las Monster High, Dora la Exploradora, Bob Esponja, Hello Kitty, o del mismo Papá Noel, y les dará igual que sea ropita interior que necesitan, un pijama del que no podrán presumir fuera de casa, o calcetines que siempre van escondidos. Estarán encantados con su personaje infantil en su atuendo.


Lo que llevan sus ídolos de la Tv, el cine o la música

Igual que en el punto anterior, pueden ser niños y niñas un poco más mayores que ya sean fans de estrellas del cine, la televisión o la música. No hace muchos años llevar cualquier ropita que Hanna Montana llevara en su serie de televisión o en sus conciertos era motivo de felicidad para muchas niñas. Una sudadera igual que las de Justin Bieber o de los protagonistas de "Crepúsculo", de un estilo concreto, como el gótico, puede ser perfecta para un chico que normalmente "pasa" de la ropa. Hay que estar atentos a quiénes son sus ídolos y agasajarles copiando su estilo. Otro acierto



Consejos para cuidar la ropa de los niños

Los niños juegan, corren, se caen, comen… se ensucian, y mucho. Y también desgastan o rompen la ropa. A ellos no les importan las manchas y los rotos, pero a nosotros si. Su ropa requiere muchos lavados y constantes arreglos para que les dure. Con unas pautas básicas conseguirás tener la ropa de tus hijos como nueva  mucho más tiempo.


Antes del lavado
Queremos que vayan limpios y guapos, pero no es necesario lavar su ropa si no está sucia o sudada, porque cuanto más la laves, más se desgasta.

Como cuidar la ropa de tus niños:

Para evitar lavados, ten siempre a mano toallitas húmedas, de las que se usan para los bebés; son milagrosas con las manchas recientes.
Aunque cueste, hay que conseguir que metan su ropa sucia en la bolsa o canasto, mejor uno sólo para ellos, y que no la dejen tirada por ahí.
Revisa siempre qué manchas o roturas tiene antes de lavarla, y vacía todos los bolsillos.
Es el momento de comprobar si las prendas destiñen o encojen, con una pequeña prueba en agua caliente de una reducida zona de la prenda.
Separa la ropa según su color y el tejido. Lava por un lado las prendas de color oscuras, por otro las claras y aparte la ropa blanca. Si tus niños son bebés, al menos de los 6 a los 9 primeros meses, lava su ropita aparte , y con jabones neutros, sin aditivos.
Lavar su ropa
La ropa de los bebés tiene manchas supuestamente "imposibles" de quitar sin aditivos. El truco está en tratar previamente a mano, y con agua caliente, los bodys, pijamas, los baberos y camisetas con manchas de fruta o papilla.
Utiliza un jabón natural, el tradicional tipo "Marsella". No se le resiste mancha alguna.
Este trato sirve igual para las manchas de los niños más mayores, que se manchan con barro o hierba. Para el resto del lavado, hay que seguir siempre las instrucciones sobre temperatura, utilización de lejía y lavado a mano o en seco de las etiquetas de la ropa.
Para evitar pagar tintorería procura no comprar ropa infantil que requiera limpieza en seco; gastarás tiempo y dinero.
Los desgastes por lavado (inglés) se pueden controlar si metes en la lavadora la ropa más oscura, como los jeans, del revés. Tardará mucho más en irse el color.
Secar, planchar y coser
La secadora también desgasta la ropa, pero es la mejor opción en invierno y ahorra tiempo. A la hora de tender las prendas infantiles, cuida de que estén totalmente estiradas para que el planchado no deba ser tan agresivo, y en plano si son prendas de punto o que su forma pueda ceder con el peso de la humedad. Tiende también por el revés, para evitar el desgaste del sol y las marcas de las pinzas.
También sirve el revés como truco para la plancha, así prevés quemaduras si está muy caliente, y evitas estropear bordados, apliques y estampaciones que adornan su ropa.
Al planchar observa si hay desgastes, rasgados y rotos. Y cuando se la pongan vigila encogidos y cambios de talla. Es el momento de coser rodilleras o estampaciones bordadas para tapar agujeros, descoser los bajos y alargar la falda o el pantalón.
Si quieres evitar marcas y agujeros producidos por el hilo, que delatarán el arreglo posterior, cuando metas un bajo o unas mangas, utiliza entretela adhesiva. Se despega fácilmente con el calor de la plancha y no deja evidencias por el derecho de las prendas.
Ropa para niños.:
Guardar con orden
Hay que mimar la ropa para que dure, por lo que debemos enseñar a nuestros hijos desde pequeños a doblarla para que no se arrugue y coja malas formas, y a colgarla de las perchas si se va a volver a poner tras un uso. El suelo las mancha, y las destroza.
Procura tener estantes o cajones diferenciados para guardar su vestuario y que estén a mano para los niños. Así sabrán dónde tienen sus prendas superiores, dónde las inferiores y dónde la ropa interior, que debería estar aparte en cajas o cajones. Usa perchas para vestidos, chaquetas delicadas y blusas o camisas. Estarán aireadas y no se arrugarán antes de que se las pongan.
Si son pequeños y quieres que sean muy ordenados, distingue cada estante o cajón con cartelitos o pegatinas que indiquen su contenido, bien con letras o con dibujos. Decoras su habitación, les resultará más divertido "el orden", y la ropa estará a salvo en su sitio con más facilidad. Así no habrá peleas y los padres no os volveréis "locos" si, por ejemplo, dos o más hermanos comparten el armario.
Utiliza productos antiinsectos, o que proporcionen un agradable olor al armario. Los productos naturales, como el laurel o la lavanda, pueden ayudarte a conservar su ropa libre de bichos y malos olores.


La mayoría de los papás siempre se preguntan por qué a los niños les encanta hacer berrinches y aquí tenemos la respuesta. 

¿Qué buscan los niños al hacer berrinches?

Un berrinche es la forma que tiene un niño de expresar una emoción como el enojo o la frustración. Es muy fácil reconocerla, ya que es una combinación de llanto, protesta, pataleo, gritos, etc. Los berrinches son muy comunes entre los dos y cuatro años, aunque pueden continuar si no le ponemos límites al niño. 

¿Por qué hacen berrinches los niños?

A un niño le resulta complicado poder expresar sus emociones, en parte porque aún no sabe reconocer lo que siente y solo sabe que nota algo que lo supera y que necesita manifestar de alguna manera. Puede que la razón para un enfado o malestar infantil nos resulte “tonto” o “exagerado”, pero para ellos es importante y el nivel de tristeza o enfado que sienten es como el de cualquier persona. Además, hay que entender que un niño pasa por diversas fases en las que va adquiriendo habilidades y conocimientos, y en sus primeros años de vida es un ser egocéntrico que aún no es capaz de entender que haya un punto de vista distinto al suyo o que las cosas se puedan ver de diferentes maneras. Por ello, cuando quieren algo y no se salen con la suya, se frustran fácilmente y lo expresan de la única forma que saben: haciendo berrinche.

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¿Qué es lo que buscan los niños al hacer berrinches?

Como ya lo mencionamos, los berrinches son el resultado de una emoción. Un niño de entre dos y cuatro años, comienza a tener deseos y opiniones propias, que no siempre coinciden con las de los padres, por lo que un berrinche se traduce como una forma de desahogo, de expresar enojo y frustración, pero también buscan hacerse escuchar.
Cuando este comportamiento se repite, generalmente se debe a que les enseñamos que esa es la mejor y única forma de expresarse (cuando les damos lo que quieren) o al revés, los castigamos por patalear pero no les enseñamos la forma correcta de expresar sus emociones, por lo que terminan por volver a hacerlo.